Por lo general, los empleados desean saber cómo se desenvuelven en su trabajo, qué pueden hacer para fortalecer sus destrezas y competencias a fin de desempeñar mejor sus funciones, y qué oportunidades existen para avanzar en su carrera.
Un sistema de evaluación bien diseñado e implementado puede proporcionar esto y más, al contribuir en el desarrollo de una cultura organizacional caracterizada por el buen desempeño y por el aprendizaje y desarrollo continuos. Lograr este propósito en el Gobierno de Puerto Rico es el tema del tercer ensayo sobre la Reforma del Servicio Público (RSP).
A pesar de los múltiples beneficios de instituir un sistema de evaluación de empleados bien diseñado y centrado en el desarrollo, el Gobierno de Puerto Rico ha pasado por alto esta importante tarea. Además, los funcionarios enfrentan una presión cada vez mayor para cumplir en un entorno que exige más para construir un gobierno eficiente, eficaz y capaz de rendir cuentas.
Por ello, la elaboración de un marco adecuado para la evaluación de empleados era vital para los objetivos de la RSP. Las lecciones aprendidas en la fase piloto de la reforma en el Departamento de Hacienda, en la Oficina de Gerencia y Presupuesto y en la Oficina de Administración y Transformación de los Recursos Humanos, subrayaron la importancia de pasar de las revisiones tradicionales de gestión del desempeño a métodos más modernos centrados en el crecimiento profesional.
Una de las razones es que las revisiones basadas en el desempeño suelen basarse en objetivos claros a nivel organizativo e individual, así como en indicadores clave de desempeño. Aunque algunos organismos gubernamentales se prestan mejor que otros a este enfoque, la medición de metas y objetivos en la esfera pública no suele ser una tarea fácil, y es sustancialmente más difícil que en el sector privado, que suele basarse en objetivos financieros claros.
Las organizaciones que lideran los sectores privado y público están dejando de lado las evaluaciones tradicionales del desempeño para transicionar a marcos de evaluación centrados en el aprendizaje, en el crecimiento profesional y en el cierre de las brechas de destrezas y competencias mediante una capacitación, liderazgo y retroalimentación efectivas.
La Reforma del Servicio Público ha adoptado muchas de estas ideas, tal como se detalla en el último ensayo publicado por el equipo de Investigación y Política Pública de la Junta de Supervisión. El primer y el segundo tomo de ensayos sobre la Reforma del Servicio Público (en los que se analizan estrategias como la reestructuración organizativa de cada agencia, los ajustes salariales para conseguir sueldos más competitivos y justos, así como la estandarización y actualización de los procesos de contratación) también están disponibles aquí y aquí.
