Un Puerto Rico creciente requiere una población estable con un equilibrio saludable entre todos los grupos de edad, para que los niños reciban la educación que necesitan, nuestros residentes de mayor edad reciban los cuidados que precisan y nuestra economía siga prosperando. El tener menos personas viviendo y trabajando en Puerto Rico fue una de las razones por las que las finanzas del Gobierno se desequilibraron con la caída de los ingresos contributivos. El número de niños matriculados en el sistema escolar público ha seguido mermando y, cada vez más la población de Puerto Rico está compuesta por personas de 65 años o mayores.
Aunque la emigración de Puerto Rico y el aumento en la población de residentes de edad avanzada son temas que se discuten a menudo entre economistas y otros expertos, hay otros dos factores que son fundamentales para revertir la tendencia de contracción y envejecimiento poblacional de Puerto Rico: los puertorriqueños tienen cada vez menos hijos, y la cantidad de personas que inmigran hacia Puerto Rico es insuficiente, ya que muy pocos de los puertorriqueños que se marcharon están dispuestos a volver y pocas personas que residen en los EE.UU. continentales o en el extranjero deciden establecerse aquí.
La Junta de Supervisión arrojó más luz sobre estos asuntos y sus implicaciones políticas, en su seminario web “Transiciones demográficas en Puerto Rico: migración y envejecimiento poblacional”, con Hernando Mattei y Angélica Rosario Santos de la Universidad de Puerto Rico, y Amilcar Matos Moreno de la Universidad Estatal de Pensilvania. Arnaldo Cruz, subdirector ejecutivo de la Junta de Supervisión, moderó el debate.
Estas son algunas de las principales conclusiones de los investigadores:
- Desde al menos 2005, son pocos los residentes continentales y extranjeros que se trasladan a la Isla. La migración interestatal y desde el extranjero de Puerto Rico fue de las más bajas en comparación con los estados, explicaron los profesores de la UPR Mattei y Rosario Santos.
- Los residentes llevan mucho tiempo emigrando de Puerto Rico, pero Mattei y Rosario Santos indicaron que en el pasado, el elevado número de personas que partían se veía compensado por altas tasas de natalidad. Los periodos de mayor emigración fueron de 1950 a 1960 y de 2010 a 2020. Pero ahora es diferente porque las familias puertorriqueñas tienen menos hijos.
- Menos mujeres dan a luz, y las que lo hacen tienen menos hijos. Rosario Santos explicó que desde 1998 “ha habido un colapso en el número de nacimientos, que ha pasado de unos 60,000 en 2000 a menos de 18,000 en 2022”.
- Puerto Rico se convirtió rápidamente en una población “superenvejecida”, como Japón. En Japón, tomó 20 años duplicar la población de 65 años o más. “Puerto Rico lo consiguió en 10 años”, afirmó Matos Moreno, profesor de Penn State.
En resumen, la composición de la población de Puerto Rico ha cambiado drásticamente, y ahora hay un mayor porcentaje de adultos mayores, menos población en edad de trabajar y menos niños.
Según las cifras de la Oficina del Censo, la población de Puerto Rico se redujo un 13.73% entre 2000 y 2020, pasando de 3.8 millones a unos 3.2 millones. En años recientes, el mayor número de personas que emigró de Isla se registró en 455,928 individuos entre 2010 y 2020.
“Proyectamos que este patrón continuará hasta 2030 si no se observan cambios significativos en la dinámica demográfica de Puerto Rico”, destacó Rosario Santos. Ella y Mattei indicaron que Puerto Rico debe desarrollar políticas públicas para promover más inmigración hacia la Isla.
Para Matos Moreno, es importante desarrollar políticas públicas para ayudar a los adultos mayores, ya que el porcentaje de residentes mayores de 65 años alcanzó el 20% en 2020, frente a un 12.5% en 2010. Él proyecta que esta tendencia continuará, y añade que hay que prestar más atención a las necesidades de salud y bienestar social de los adultos mayores.
El director ejecutivo de la Junta de Supervisión, Robert F. Mujica, Jr., expresó que para encontrar las políticas adecuadas es importante mantener un diálogo abierto con investigadores, académicos, demógrafos y economistas.
“La demografía y los asuntos poblacionales son fundamentales para algunas de las decisiones políticas que debemos tomar aquí en Puerto Rico”, recalcó Mujica. “Estas tendencias afectan nuestra economía. Afectan nuestro sistema de salud. Afectan nuestro sistema educativo. Afectan el presupuesto general”.
Matos Moreno resaltó cinco asuntos cruciales que Puerto Rico debe atender:
- Cambio de la dinámica familiar, pues los adultos mayores precisan cuidados y apoyo social.
- Las inseguridades financieras a las que pueden enfrentarse los adultos mayores con el paso del tiempo.
- Acceso a servicios médicos, sobre todo para el creciente número de pacientes de edad avanzada.
- La posible aceleración del envejecimiento poblacional, ya que los puertorriqueños mayores que residen en los Estados Unidos continentales podrían regresar a la Isla.
- El impacto que las “medidas de austeridad” y las reformas gubernamentales relativas al bienestar, incluidas las pensiones, podrían tener sobre los individuos y la economía en general.