Un nuevo y prometedor capítulo en la historia de Puerto Rico

Columna por el miembro de la JSF: Antonio L. Medina Comas

Esta columna fue publicada originalmente por El Nuevo Día el 20 de noviembre de 2021

Con la implementación del Plan de Ajuste y la salida de la quiebra, Puerto Rico hará borrón y cuenta nueva y entrará en un nuevo periodo de prosperidad con condiciones económicas no vistas en décadas.

Gracias a la drástica reducción de la deuda pública, Puerto Rico experimentará un cambio fundamental en su economía, y podrá concentrar su capital humano e intelectual en asegurar un periodo de crecimiento económico y de prosperidad para todos los residentes de la Isla. Al mismo tiempo que estamos saliendo de la quiebra, el gobierno federal ha asignado miles de millones de dólares en fondos de recuperación y estímulo relacionados con COVID-19, fondos para ayudar a reconstruir nuestra infraestructura y servicios en beneficio del pueblo de Puerto Rico.

Sin el lastre de la deuda del pasado y con capitalización nunca antes vista, Puerto Rico estará en condiciones de recuperar la confianza, tanto en los mercados de valores como en nuevos proyectos de desarrollo económico. Además, mediante la adopción de las reformas estructurales del Plan Fiscal, así como de la inclusión de prácticas fiscalmente responsables y políticas de desarrollo económico sostenible, podremos ser testigos de un nuevo y prometedor capítulo en la historia de Puerto Rico.

Sin embargo, a algunos puertorriqueños todavía les preocupa que el Plan de Ajuste no reduzca la deuda suficientemente, mientras que a otros les inquieta que el Plan pague una deuda acumulada de forma ilegal por los gobiernos anteriores. Como puertorriqueño y habiendo participado activamente en estas negociaciones como miembro de la Junta de Supervisión y Administración Financiera, me gustaría abordar estas preocupaciones.

En primer lugar, la asequibilidad: El plan presentado por la Junta de Supervisión reduciría los pagos del servicio de la deuda del gobierno a no más de $1,150 millones anuales, incluyendo los pagos de la deuda de COFINA. Sin la implementación del Plan de Ajuste y la reestructuración de la deuda bajo Promesa, los pagos contractuales del gobierno ascenderían a más de $3,900 millones anuales. Esta dramática reducción al servicio de la deuda permite que nuestros pagos anuales estén por debajo de la carga de la deuda de muchos estados de Estados Unidos.

En segundo lugar, el proceso de resolución de la quiebra de Puerto Rico depende de la precisión de la información sobre el tamaño y la naturaleza de la deuda. Por ello, la Junta de Supervisión encargó a Kobre & Kim, un investigador independiente, a realizar un análisis completo que ha servido de herramienta esencial para orientar el proceso de reestructuración.

Por último, las pensiones. Estoy sumamente orgulloso del acuerdo alcanzado con nuestros funcionarios electos para garantizar que el Plan de Ajuste no contemple reducción de las pensiones. Recordemos que el fondo de pensiones que debía estar disponible para cubrir todos estos pagos se agotó casi por completo. Sin embargo, el Plan de Ajuste protege a todos los retirados del gobierno y garantiza que reciban el 100% de sus beneficios actuales.

También, como parte del Plan de Ajuste, los maestros y jueces que se encuentren en servicio activo recibirán los beneficios que hayan acumulado hasta el momento y, a partir de ahora, aportarán a cuentas de retiro personales que estarán bajo el completo control del empleado en lugar de depender del gobierno. Los maestros y jueces también tendrán por fin derecho al Seguro Social del gobierno de Estados Unidos, que históricamente nunca ha incumplido ninguna de sus obligaciones.

Mientras navegamos a través de este complejo proceso hacia el fin de la quiebra y encaminamos a Puerto Rico hacia un nuevo capítulo en nuestra historia, hemos tomado en cuenta múltiples intereses representados en el Plan de Ajuste y hemos escuchado una gran diversidad de perspectivas, entre las cuales figuran las planteadas por los residentes de Puerto Rico durante la vista de confirmación en el tribunal. Como único miembro de la Junta de Supervisión residente en Puerto Rico, puedo asegurar que se tomaron en cuenta todas las perspectivas. Nuestro Plan de Ajuste refleja cuidadosas negociaciones bajo el apoyo de expertos en finanzas y derecho para garantizar el mejor resultado posible para todas las partes implicadas, en especial, el pueblo de Puerto Rico. El Plan de Ajuste libera a las generaciones futuras de una enorme carga financiera.

Estoy firmemente convencido de que la implementación de este Plan es necesaria para el éxito económico de Puerto Rico a largo plazo. Debemos poner fin a este doloroso capítulo de nuestra historia y sentar las bases para un futuro brillante y próspero.

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