La Junta de Supervisión busca un trato justo para la AEE

Columna por el Director Ejecutivo de la JSF: Robert F. Mujica Jr.

Esta columna fue publicada originalmente por El Vocero el 20 de febrero de 2025

Es indiscutible que durante más de dos décadas la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de Puerto Rico generó más deuda de la que sus clientes, el pueblo y las empresas podían pagar a través de las tarifas eléctricas. Gobiernos anteriores tomaron decisiones que provocaron el deterioro del sistema eléctrico, lo que llevó a la AEE a la quiebra mucho antes de promulgarse PROMESA.

Entonces, algunos inversionistas lo vieron como una oportunidad, y apostaron en grande al invertir en la deuda de la insolvente y quebrada AEE. Ahora, mientras el pueblo de Puerto Rico sufre los efectos de una infraestructura eléctrica que se deteriora con rapidez y mientras la AEE necesita recursos para reparar el sistema eléctrico al nivel que el pueblo merece y paga, varios de esos inversionistas insisten en que el pueblo de Puerto Rico los rescate financieramente.

La rentabilidad de la AEE continúa siendo nula. Sus activos constan principalmente de una red eléctrica dilapidada y viejas plantas de generación que operan a base de diésel. Los precios de la electricidad ya están entre los más altos de la nación. Justo cuando el pueblo se preparaba para recibir el año nuevo, sufrió un apagón masivo. La Junta de Supervisión no puede aceptar un acuerdo hasta que encontremos un equilibrio entre los intereses de los bonistas y la necesidad de Puerto Rico de contar con electricidad confiable. El acuerdo no puede beneficiar a un solo lado.

La Junta de Supervisión ha alcanzado acuerdos con acreedores de otras 10 entidades gubernamentales en quiebra a lo largo de los años. Antes de PROMESA, la deuda de Puerto Rico llegó a sumar $58,000 por hogar. Las acciones de la Junta de Supervisión han ahorrado a cada hogar puertorriqueño más de $25,000 y a Puerto Rico, un total de sobre $50 mil millones en principal e intereses.

Al mismo tiempo, la Junta de Supervisión ha estado negociando un acuerdo equilibrado con los acreedores de la AEE, y hemos tenido éxito. Casi la mitad de los acreedores de la AEE, incluyendo más de un tercio de los bonistas, aceptaron nuestro Plan de Ajuste. Entre los que apoyan el plan figuran algunas grandes empresas de gestión de activos como BlackRock Inc. y otros acreedores que comprenden lo que está en juego.

La Junta de Supervisión se ha mostrado dispuesta a llegar a un compromiso. Pero un grupo de bonitas liderados por fondos de alto riesgo sigue exigiendo más de lo que el pueblo de Puerto Rico puede pagar. Los bonistas que no consienten se han negado a llegar a un compromiso. Esto está documentado en los expedientes judiciales que en esencia muestran la misma oferta, la misma demanda, una y otra vez.

Hace apenas un mes, esos bonistas volvieron a insistir en que entienden que la AEE les debe $12 mil millones en principal e intereses, y han pedido al Negociado de Energía de Puerto Rico que incluya esta enorme deuda en la tarifa eléctrica que el Negociado de Energía se encuentra revisando. Esto añadiría hasta 7 centavos a cada kilovatio-hora cobrado en la factura eléctrica de los puertorriqueños solo en este año, sin incluir los intereses ni las inversiones para mejorar la red, ni los pagos de pensiones a empleados jubilados de la AEE. Estas demandas interminables e irrazonables solo prolongan la quiebra de la AEE y aumentan los costos legales.

La Junta de Supervisión no puede consentir en esto. Los bonistas de la AEE que no aceptan un acuerdo y la Junta de Supervisión tienen intereses y responsabilidades que compiten entre sí. ¿Qué está en juego para los bonistas que invirtieron en una AEE en quiebra? Ganancias. ¿Qué está en juego para la Junta de Supervisión? El futuro de Puerto Rico.

A través de nuestro análisis de los ingresos de los hogares de Puerto Rico, la demanda de electricidad y las inversiones necesarias para reparar y estabilizar la red -independientemente de la empresa que la opere- la Junta de Supervisión determinó que la AEE no puede pagar más de $2.6 mil millones a los bonistas y otros acreedores que no son los pensionados. Si la Junta de Supervisión aceptara pagar más a los acreedores, el gobierno tendría que tomar decisiones difíciles que afectarían a los residentes y la economía.

Seguiremos trabajando en un trato justo para la AEE. Nuestro compromiso es poner fin a la quiebra de la AEE lo antes posible bajo unos términos justos para Puerto Rico. Ese es nuestro mandato en virtud de PROMESA.

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