Los años de acumulación de sedimentos han reducido la capacidad del Embalse Carraízo en dos millones de metros cúbicos. Ahora la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) está iniciando un proyecto para eliminar los sedimentos y mejorar la confiabilidad de los servicios de agua para casi medio millón de familias y empresas. La Junta de Supervisión y Administración Financiera aprobó recientemente el contrato para el dragado y para las tan necesarias reparaciones.
Se espera que la inversión de $93 millones aumente la capacidad del embalse en aproximadamente 528 millones de galones de agua. Esto equivale a añadir entre cinco y diez días de suministro de agua a los abonados. El proyecto se adjudicó a Great Lakes Dredge & Dock Co., con sede en Houston (Texas), una empresa que ya había realizado varios proyectos en Puerto Rico desde la década de 1960. Se financiará con fondos federales de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y del Programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación ante Desastres (CDBG-DR).
Este es un proyecto importante para la AAA. El embalse, situado en el Río Grande de Loíza, es la mayor fuente de suministro de agua potable para el área metropolitana de San Juan. Carraízo se construyó en 1953. Sin embargo, no se ha dragado completamente en 25 años. (En 2015 se realizó un dragado costero más pequeño.)
Normalmente, Carraízo entrega aproximadamente 90 millones de galones de agua diarios a la planta de filtrado de agua Sergio Cuevas en Trujillo Alto. El proyecto, de tres años de duración, beneficiará a casi medio millón de familias del área metropolitana de San Juan al brindarles un servicio más confiable. Los sedimentos se acumulan de forma natural, por lo que la AAA deberá realizar esfuerzos continuos para mejorar sus estrategias de gestión de los embalses para conservar el agua, recurso natural valioso.
Estos esfuerzos incluyen medidas de control de los sedimentos y de la erosión aguas arriba que prolongarán la vida de las obras de dragado y ayudarán a prevenir futuros dragados, ya que se frenará el sedimento liberado en Carraízo. Al mismo tiempo, la AAA debe acelerar las reparaciones para minimizar las fugas en el sistema de distribución aguas abajo, ya que la empresa estima que se pierde el 65% del agua que trata. De lo contrario, la mayor parte del suministro de agua adicional realizado mediante el proyecto de dragado se filtrará fuera del sistema de distribución de agua y no resolverá los problemas de suministro de agua de Puerto Rico.