El Programa de Detección de Fugas de la AAA ahorra el preciado recurso natural

Cada día, 16 detectives se disponen a laborar por todo Puerto Rico – en busca de fugas ocultas de agua. Más de la mitad del agua que corre por el sistema de agua de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados de Puerto Rico (AAA) se pierde debido a defectos en las tuberías y en los depósitos y conexiones de servicio en los contadores de los clientes. Pero el Plan Fiscal de la AAA esboza una estrategia para detectar esas fugas, evita que la AAA gaste dinero en tratar el agua que se pierde y contribuye a un uso más responsable del recurso hídrico.

El agua es un preciado recurso, vital para los residentes y las empresas de Puerto Rico. Por esto, unas 100 brigadas de la AAA, cada una con 12 obreros asignados, trabajan en la detección y reparación de fugas. El Plan Fiscal que la AAA y la Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico desarrollaron conjuntamente incluye brigadas adicionales para detectar fugas este año, con el propósito de acelerar el programa y aumentar las reparaciones de fugas.

Además, el Plan Fiscal esboza otras dos formas importantes de reducir las pérdidas de agua: el proyecto previsto de contadores inteligentes para medir con precisión la producción de agua, y el manejo de presiones para reducir las fugas. La validación, calibración o sustitución de los contadores de las plantas de filtración y de los pozos le permite a la AAA obtener información precisa sobre la producción de agua para evaluar y ajustar el rendimiento del Sistema. Muchas zonas de Puerto Rico funcionan con una presión superior a la óptima y reducir la presión del agua dentro del sistema reducirá las fugas. El Plan Fiscal proyecta que para el año fiscal 2027 esta reducción que se proyecta en la pérdida de agua ahorraría hasta un monto neto de $11.5 millones al año.

Durante una reciente visita a Guaynabo, el equipo de infraestructura de la Junta de Supervisión pudo ver de primera mano cómo trabajaba una de estas brigadas de detección de fugas. Arnaldo Colón, Asesor Técnico de iniciativas para atender el agua no contabilizada, utilizó unos auriculares inalámbricos ultrasensibles, que filtran el ruido de fondo, para escuchar el silbido del aire a través de las tuberías, lo que indica una fuga. El equipo también utiliza varillas de detección inalámbricas para recorrer la zona aledaña y escuchar ruidos de fugas de agua y llegar a tuberías y válvulas más profundas. Para evitar que el ruido ambiental interfiera con el equipo, el equipo suele trabajar a altas horas de la noche o a primera hora de la mañana.

“A veces no sabemos dónde están las fugas. Alguien informa de una presión de agua baja o de una factura de agua alta, pero no podemos identificar la fuga”, dijo Colón. “No podemos excavar las calles, así que este equipo nos ayuda a detectar la fuga sin destrozar calles y propiedades”.

Una vez que el equipo identifica la fuga, se envía otra brigada de operaciones para repararla. El objetivo es reparar las fugas en entre tres y cinco días. El equipo de fugas ocultas también investiga habitualmente por su cuenta, utilizando mapas de varios municipios, como Guaynabo en este caso. El Departamento de Agua no Contabilizada rastrea los datos sobre kilómetros recorridos y fugas detectadas.

La importancia de reducir las pérdidas de agua es evidente. Es fundamental que la AAA siga adelante con ésta y otras iniciativas operacionales, y la Junta de Supervisión seguirá trabajando con la AAA para ayudar a garantizar el progreso de la corporación pública de suministro de agua, en beneficio del pueblo de Puerto Rico.

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