A principios de este año, un estudio sobre el estado actual de la fuerza laboral médica de Puerto Rico, encargado por el Departamento de Salud de Puerto Rico (DSPR) y la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico (AAFAF), identificó los sectores de la Isla que carecen de médicos, y de cuáles especialidades, e incluyó recomendaciones para mejorar los servicios de salud en Puerto Rico.
Ahora, la Junta de Supervisión y el DSPR están trabajando de la mano para encontrar soluciones. La colaboración identificó prioridades principales en áreas como la mejora de los procesos, la transformación de los servicios médicos y los incentivos financieros, y evaluó su impacto y los esfuerzos requeridos para su implementación.
Crear centros de excelencia: Los Centros de Excelencia se especializan en manejar las enfermedades crónicas. Un programa piloto podría establecer Centros de Excelencia cuyo fin sea brindar servicios a las poblaciones con alta necesidad, tales como las personas de edad avanzada y los residentes rurales. Los Centros exitosos podrían implementarse en toda la Isla posteriormente.
Actualmente, Puerto Rico enfrenta una crisis en cuanto a las enfermedades crónicas tales como la diabetes, la hipertensión y el asma, según los datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento del CDC.

El manejo adecuado de las enfermedades crónicas en el sistema de salud de Puerto Rico se dificulta debido en parte a las limitaciones en el acceso a los servicios de salud, lo que provoca demoras en la obtención de cuidado médico e impide las intervenciones tempranas. A su vez, estos retos contribuyen al empeoramiento de los pacientes y a un aumento en la demanda de servicios de salud.
Los Centros de Excelencia facilitarían que los pacientes, incluyendo a los beneficiarios de Medicaid, reciban atención médica integral y continua para sus condiciones crónicas de manera eficaz y rentable.
Desarrollar programas de incentivos fiscalmente responsables: Los médicos se concentran mayormente en la región metropolitana de San Juan y se necesitan más en otras partes de la Isla. Por ejemplo, en Puerto Rico, la prevalencia de la diabetes es de un 15.1% y se proyecta que aumentará a casi un 18% en 2020. Sin embargo, no hay suficientes endocrinólogos en la Isla, particularmente en las regiones de Mayagüez, Arecibo y Ponce. En las regiones de Bayamón y Caguas también hacen falta más endocrinólogos, pero los residentes de ambas regiones tienen mayor acceso a médicos especialistas en la región metropolitana de San Juan.

Una opción para subsanar la carencia de profesionales de la salud en ciertas áreas geográficas y de médicos especialistas para satisfacer las necesidades de la población puertorriqueña es atraer a estos profesionales mediante programas de incentivos. Debido a que el financiamiento para programas como estos proviene del presupuesto del Gobierno de Puerto Rico y de los recaudos contributivos, entre otras fuentes, los programas de incentivos se deben diseñar cuidadosamente para garantizar que estén “estratégicamente dirigidos” hacia estas especialidades y regiones con mayor necesidad de profesionales médicos, en lugar de ofrecer incentivos de forma sistemática.
La Junta de Supervisión y el DSPR están trabajando de la mano para llevar a cabo un proceso de recopilación de información entre profesionales médicos puertorriqueños que practican fuera de la Isla con el objetivo de explorar oportunidades viables para facilitar su regreso y reintegración al sistema de salud de Puerto Rico. Los incentivos enfocados en áreas prioritarias, tales como los servicios médicos en áreas rurales, las especialidades con alta demanda y el reclutamiento de personal nocturno podrían aliviar los déficits de profesionales médicos y aumentar el acceso a los servicios de salud en toda la Isla.
Aumentar la disponibilidad de residencias médicas: Si bien atraer médicos a Puerto Rico podría ayudar a aumentar la cantidad de profesionales de la salud que tanto se necesitan, prevenir que aquellos que permanecen en la Isla se vayan es prioritario. De acuerdo con un estudio que llevó a cabo la Asociación de Colegios Médicos Americanos (AAMC, por sus siglas en inglés), hay un 74% de probabilidad de que los médicos que completan sus residencias e internados en Puerto Rico practiquen medicina en Puerto Rico.
El DSPR ya está en proceso de aumentar las residencias médicas en la Isla y, junto con la Junta de Supervisión, continuará esta labor con el objetivo adicional de mejorar la calidad de ciertos programas de capacitación y alinearlos a las necesidades de salud de la población de la Isla con un enfoque en las especialidades y ubicaciones geográficas con mayor escasez de profesionales médicos.
Expandir los servicios de telemedicina: El acceso a los servicios de telemedicina podría ayudar a miles de personas a tener un mayor control del cuidado que reciben, especialmente en áreas rurales donde el acceso a profesionales médicos es limitado. El estudio sobre la fuerza laboral médica halló que muchos residentes rurales, particularmente aquellos de edad avanzada, carecen de acceso a servicios médicos porque a menudo deben viajar largas distancias para atenderse con médicos y a veces se les dificulta conseguir transportación para llegar a sus citas, lo que provoca que los pacientes se ausenten o aplacen sus visitas de rutina. La telemedicina podría reducir significativamente estas demoras para los residentes en áreas desatendidas, ayudar a más personas a tomar el control de su salud mediante visitas de rutina que no requieran que tengan que salir de sus casas, aumentar la accesibilidad al cuidado preventivo y reducir el gran número de visitas a salas de emergencia para situaciones que no suponen un peligro de muerte.
Según el estudio, las normas que rigen el uso de la telemedicina tienen un impacto adverso en el acceso a los servicios de salud. La Junta de Supervisión está trabajando de en conjunto con el DSPR para cambiar estas reglamentaciones y enfatizar la importancia de educar a los médicos y pacientes en cuanto a los beneficios de las consultas virtuales para que los pacientes en áreas geográficas con acceso limitado puedan recibir más servicios de telemedicina.
Mejorar los servicios de salud que reciben los residentes de Puerto Rico, específicamente aquellos de edad avanzada y los que residen fuera de la región metropolitana de San Juan, es vital considerando que la población de la Isla continúa envejeciendo.