Boletín Informativo – Enero 2022

El año 2021 fue otro año de superación de retos, aunque lleno de gran esperanza. Mientras todos continuamos en la lucha contra la larga pandemia de COVID-19, la economía de Puerto Rico está respondiendo positivamente a los fondos federales de estímulo y reconstrucción, ya que ha ido experimentando un crecimiento que ofrece oportunidades y estabilidad. Además, Puerto Rico ha dado un gran paso para poner fin a su crisis fiscal.

La Junta de Supervisión, con el amplio apoyo de los empleados públicos, el Comité Oficial de Retirados, los acreedores, el Gobernador y la Legislatura, presentó un Plan de Ajuste que reduce masivamente las reclamaciones contra el Gobierno a un nivel asequible para Puerto Rico.

La Junta de Supervisión ha estado trabajando en esta quiebra durante casi cuatro años y medio, y La jueza Laura Taylor Swain del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico confirmó el plan el 18 de enero de 2022.

Nunca ha habido una reestructuración de deuda pública como esta en ningún lugar de América, o en ningún lugar del mundo. Esta quiebra tuvo un tamaño y una complejidad inaudita. El Plan es justo y sostenible para Puerto Rico.

Con la confirmación, completamos la tarea de reestructurar una gran mayoría de los más de $72,000 millones de deuda abrumadora acumulada en Puerto Rico. Estas reestructuraciones dejan un nivel de deuda sostenible que le permite al Gobierno planificar, gastar en servicios prioritarios y, con suerte, recuperar el acceso a los mercados de crédito en el futuro. Todavía tenemos trabajo que hacer para dar fin a la quiebra de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico y de la Autoridad de Carreteras y Transportación de Puerto Rico. Sin embargo, ya hemos empezado a trabajar en ambos asuntos, junto con algunas reestructuraciones de deuda más pequeñas. 

Puerto Rico se encamina hacia el fin de la crisis financiera que durante tanto tiempo ha impedido que la economía alcanzara su pleno potencial, lo cual ha afectado, de un modo u otro, a todas las vidas de Puerto Rico. 

¿Qué le queda a la Junta de Supervisión?

La reestructuración de la deuda es uno de los principales requisitos para la recuperación. La responsabilidad financiera es el otro elemento importante de nuestro mandato bajo PROMESA. Para asegurarse de que no vuelva a producirse este tipo de crisis fiscal, es necesario poner en marcha las mejores prácticas y políticas para evitar los errores del pasado y garantizar un futuro mejor. El propio Plan de Ajuste dispone de una política de administración de la deuda para evitar las malas prácticas de endeudamiento del pasado. Además, ya hemos hecho verdaderos progresos en otros ámbitos. Los presupuestos del Gobierno, certificados por la Junta de Supervisión, pusieron fin a la práctica destructiva del gasto deficitario. Durante los últimos cinco años, el gasto público se ha mantenido dentro de sus posibilidades. Sin embargo, hay que hacer más para garantizar una mejor presupuestación, contratación pública y administración de efectivo, entre otras cosas.

 

El año pasado se produjeron algunos contratiempos. El Gobierno aprobó varias leyes que no eran sostenibles. Peor aún, ni siquiera evaluó cuáles serían los costos reales de esas leyes antes de adoptarlas. Este no es el nuevo enfoque de responsabilidad fiscal que requiere el pueblo de Puerto Rico, de modo que la Junta de Supervisión no podría aprobar tales acciones. El tribunal estuvo de acuerdo. Preferiríamos resolver estas diferencias fuera de los tribunales, pero seguiremos tomando todas las medidas necesarias para garantizar la responsabilidad fiscal en beneficio del pueblo de Puerto Rico.

 

Nuestra primera tarea de este año es actualizar el Plan Fiscal de Puerto Rico para que refleje el Plan de Ajuste e incluya el aumento del financiamiento federal, los últimos datos del Censo y los datos actuales sobre los resultados económicos de Puerto Rico. El Plan de Ajuste ofrece un nuevo comienzo. Para aprovechar esta oportunidad histórica, el Gobierno tendrá que tomar decisiones prudentes de gasto e inversión y redoblar sus esfuerzos para administrar sus recursos cuidadosamente en beneficio del pueblo de Puerto Rico. Las decisiones que se tomen hoy marcarán el futuro.

El año 2022 realmente ofrece al Gobierno oportunidades sin precedentes para pasar del restablecimiento de la tan necesaria estabilidad financiera al aumento del crecimiento económico mediante inversiones financiadas con fondos federales de estímulo y reconstrucción. Recibo este nuevo año con esperanza y con optimismo en que la economía de Puerto Rico continuará su recuperación, que concluirán los procesos de reestructuración de la deuda, que haremos progresos sustanciales en el logro de un nuevo nivel de responsabilidad fiscal y que comenzará la cuenta regresiva para que la Junta de Supervisión complete su mandato bajo PROMESA.

Mis deseos para el año 2022 son que dejemos atrás nuestras diferencias, que encontremos un terreno común en nuestro deseo mutuo de ver prosperidad en Puerto Rico y que hallemos soluciones eficaces para mejorar la economía de la Isla. Que todos tengan un feliz y, sobre todo, un año saludable

¿Por qué es un buen plan para Puerto Rico?

El Plan de Ajuste permite a Puerto Rico centrar todas sus energías en el desarrollo de una economía que ofrezca prosperidad a todos sus residentes. Es un buen plan no solo porque ofrece niveles sostenibles de deuda, sino también porque protege las pensiones de los empleados públicos y restablece un nivel de estabilidad necesario para todos los residentes y empresas.


 El Plan:

  • Reduce los pagos de la deuda del Gobierno. Antes de PROMESA, Puerto Rico tenía que pagar 25 centavos de cada dólar que recaudaba en impuestos y cuotas de sus residentes para los acreedores; el Plan reduce esa cantidad a 7.2 centavos.  
  • Reduce el nivel de reclamaciones contra el Gobierno en un 77%, de unos $33,000 millones a $7,400 millones.

  • Protege a los retirados del Gobierno de cualquier reducción de sus beneficios mensuales. 

  • Restablece hasta $1,300 millones de las cotizaciones e intereses perdidos en las cuentas de pensiones de los empleados gubernamentales, Sistema 2000. 

  • Crea un Fideicomiso de Reserva de Pensiones financiado durante una década con al menos $175 millones cada año para crear una alcancía para los retirados que garantice el pago de sus pensiones gubernamentales, incluso, en tiempos económicos difíciles. 
  • Asegura que el Gobierno mantenga suficiente efectivo para los gastos cotidianos y de emergencia.

  • Proporciona una vía para que Puerto Rico recupere el acceso a los mercados de capital, un mandato de PROMESA. 

  • Establece una política de administración de la deuda que define las normas según las cuales el Gobierno puede pedir prestado en el futuro, además de determinar cuánto puede pedir prestado y para qué puede utilizar el dinero prestado.

Hemos logrado un progreso significativo en 2021, a pesar de la gran incertidumbre, las inquietudes y las dificultades. El Plan de Ajuste, que ha sido confirmado por la jueza Laura Taylor Swain, reduce sustancialmente la deuda del Gobierno, de modo que Puerto Rico pueda afrontar la deuda reestructurada y dejar atrás la quiebra. Por primera vez, el Gobierno de Puerto Rico presentó un presupuesto conforme a la Junta de Supervisión para su certificación, que incluía $4,000 millones en cuidado médico y $3,900 millones en fondos para la educación. El Plan Fiscal continuó impulsando importantes inversiones para el futuro de Puerto Rico. La Junta de Supervisión y el Gobierno lanzaron en conjunto una reforma integral de la administración pública de Puerto Rico para mejorar en esencia la forma en que el Gobierno contrata, capacita y remunera a sus empleados públicos.

Entre tanto, algunas instrumentalidades y agencias han avanzado en aplicar las reformas del Plan Fiscal a fin de progresar en la responsabilidad fiscal que marcará una gran diferencia en la estabilidad fiscal de Puerto Rico, pero también en la calidad de los servicios que presta el Gobierno:

 

  • La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados de Puerto Rico (AAA) ha estado llevando a cabo grandes avances en su camino hacia la responsabilidad fiscal y sostenibilidad operacional, incluyendo la refinanciación de la mayoría de los Bonos Senior de 2008 y 2012 de la AAA que resultaron en un ahorro total en el servicio de la deuda de $918 millones hasta el 2047.  

 

  • El Departamento de Educación de Puerto Rico (DEPR) puso en marcha un importante proyecto para conectar su sistema automatizado de control de asistencia con la nómina, para garantizar que solo se les pague a los empleados activos que se presentan a trabajar. Tras la plena aplicación, el DEPR podrá responder mejor al absentismo crónico de los maestros y aplicar medidas monetarias y disciplinarias, incluida la remoción de los empleados inactivos.

 

  • El Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) consolidó 10 agencias con diferentes sistemas de contabilidad y trasfondos de personal en tres agencias, lo que crea ahorros y eficiencias.  

 

  • La transformación energética de Puerto Rico continúa. Luma Energy administra al momento la red eléctrica y dará comienzo a la modernización del sistema energético de Puerto Rico. La transición tuvo un inicio más difícil del esperado, en gran medida porque Luma depende de una red envejecida y en mal estado de mantenimiento que aún está dañada por el huracán María. El proceso de transferencia de la generación de energía a operadores privados se puso en marcha.

Esos son todos logros significativos.

La resolución del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos sobre el Plan de Ajuste para poner fin al proceso de quiebra del Gobierno es, por supuesto, un momento histórico para Puerto Rico. A los dos días, el tribunal aprobó además la propuesta de la Junta de Supervisión para modificar $1,900 millones en bonos de la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura de Puerto Rico (AFI) y cerca de $383 millones en bonos de la Autoridad del Distrito del Centro de Convenciones de Puerto Rico (ADCC) al amparo del Título VI de PROMESA.

Junto con los líderes electos de Puerto Rico, creemos firmemente que el Plan de Ajuste no solo es sostenible para Puerto Rico. Nos encamina hacia una nueva economía, responsabilidad financiera, mayor capacidad gubernamental para prestar los servicios necesarios; y da paso a ciertas reformas estructurales de la economía que se basarán en inversiones sustanciales de fondos federales a favor del pueblo y la infraestructura de la Isla.

Todavía no hemos terminado del todo con el largo y complejo proceso de reestructuración de la deuda de Puerto Rico, pero estamos muy cerca. Reducir los $9,000 millones de pasivos de la AEE a niveles sostenibles es nuestra próxima prioridad, y pronto conocerán más sobre cómo nos proponemos sacar a la AEE de la quiebra y continuar con el Gobierno para reconstruir un sistema eléctrico que rinda una energía más confiable, limpia y asequible a todos los consumidores. También estamos trabajando para completar la reestructuración de los más de $6,000 millones en deuda de la Autoridad de Carreteras y Transportación a poco más de $1,600 millones, una reducción del 75%.
 
Gran parte de lo que hemos logrado en las reestructuraciones de deuda del Gobierno de Puerto Rico, AFI, ADCC y ACT se basa en negociaciones largas y complejas, con el apoyo de un excelente equipo de mediación. El uso de novedosos instrumentos de valor contingente (los IVC) nos permitió completar el proceso a pesar de la gran incertidumbre y las diferencias con los acreedores. Los IVC proporcionan a ciertos acreedores una participación en las futuras mejoras económicas a través de una participación en un pequeño número de fuentes de ingresos públicos específicos, por debajo del 8% de los ingresos totales. De este modo, el Gobierno retiene la inmensa mayoría del rendimiento superior, pero damos fin a esta quiebra en lugar de continuar debatiendo lo que ocurrirá.

Reducir la deuda de Puerto Rico es un paso fundamental pero es solo un primer paso para lograr la estabilidad fiscal y el crecimiento económico a largo plazo que todos los residentes de Puerto Rico desean y merecen. Una vez sepamos lo que tenemos que pagar anualmente por la deuda reestructurada, el Gobierno podrá centrarse en priorizar el gasto de los ingresos restantes disponibles. Esta priorización es de vital importancia en el proceso presupuestario. Sin embargo, incluso después de eso, todavía no estamos donde deseamos estar.

¿Por qué detenerse ahí? Los Planes Fiscales para el Estado Libre Asociado y varias instrumentalidades del Gobierno trazan la ruta hacia la estabilidad y hacia un futuro de crecimiento y prosperidad en Puerto Rico. Incluso mientras completamos gran parte de la reestructuración de la deuda, continuamos necesitando estos mapas para guiarnos por el camino de inculcar la responsabilidad financiera, construir la capacidad organizativa gubernamental con el fin de prestar servicios eficientes, y reconstruir la economía de Puerto Rico de manera que ofrezca esperanza y oportunidad de prosperidad para todos. Este primer Plan Fiscal tras la quiebra será un documento importante en el camino hacia el futuro crecimiento de Puerto Rico. Son fundamentales las reformas estructurales que permitan aumentar el tamaño de la economía y que resulten en mayores ingresos.

De modo que hay que renovar los esfuerzos para mejorar la educación K-12, el capital humano y el bienestar de la ciudadanía, la facilidad para hacer negocios, el servicio eléctrico y la reforma de la infraestructura. Todos estos esfuerzos renovados deberían centrarse en la creación de un entorno más competitivo para la inversión, para la creación de empleo y para alentar a los residentes a quedarse o a otros a regresar gracias a las crecientes oportunidades económicas en la Isla. La inversión de cuantiosos fondos federales a disposición de Puerto Rico puede acelerar este proceso, lo que literalmente allana los caminos hacia el crecimiento económico.

La historia ha demostrado que las decisiones tomadas en tiempos difíciles pueden marcar nuestro futuro durante las siguientes décadas. El 2022 es esencial para el porvenir de Puerto Rico. Es hora de dejar a un lado las diferencias y unir fuerzas para centrarnos en dejar atrás todas las reestructuraciones de la deuda y garantizar que el Gobierno de Puerto Rico continúe implementando las reformas estructurales, la responsabilidad fiscal y una mejor prestación de los servicios públicos que el pueblo de Puerto Rico merece.

Confío en que todos podamos continuar trabajando juntos para dar fin a este difícil capítulo y crear un futuro más brillante para Puerto Rico. Prosigamos este año con visión y determinación, aferrándonos a esa resiliencia audaz e inquebrantable que es tan característica del pueblo de Puerto Rico. Así es como crearemos un futuro mejor.